lunes, febrero 11, 2008

y usted ques es, viajante?

Hace unas semanas de viaje por Galicia tuve la suerte de poder ayudar a alguien. De niño chico, Elenia siempre me decía que debíamos hacer una buena acción por día. Ayudar a cruzar una calle, acompañar a otro, el caso era poder ayudar a los demás. Al principio te lo tomas como un juego, luego como algo reconfortante y finalmente como algo necesario.

La verdad es que con el paso de los años se perdió. Se olvido. O mejor dicho quisimos olvidarlo.

Pero la vida da muchas vueltas y de vez en cuado te viene a buscar. El caso es que la semana pasada, estaba de viaje por Galicia, volviendo de Ourense a Santiago, y aunque nunca paro en una gasolinera para ir al WC únicamente, ese día paré. Curiosamente no había nadie y cuando salía a coger de nuevo el coche, me preguntaron si iba para Santiago. “si, por algo?”, respondí. Me pidieron si podía llevar a una persona que había pasado hacia 5 min por allí en busca de una lata de gasolina y estaba de vuelta andado a su coche.

Resulto ser que la persona en cuestión era un simpatiquísimo y amable adulto en su tercera juventud. Su coche, un flamante mercedes de los de antaño, llevaba junto a él algo mas de 25 años y nunca había tenido mayor problema que el de cuidarlo y hacerle sus revisiones. Pero ese día toco. Camino ya de vuelta y montado en el coche empezamos a hablar de todo un poco. Del tiempo, como no del coche, de su mujer que se había quedado en el coche y ahora se arrepentía de haberla dejado sola, de lo que había tardado en que alguien le parara para llevarlo a la gasolinera… y es que tal y como comentaba, hoy en día se escuchan tantas cosas “raras”, tantas situaciones que por ayudar uno sale perjudicado, que nos hemos vuelto insensibles a casi todo. Cerramos los ojos y miramos para otro lado para no ver las cosas, no queremos verlas, evitamos acercarnos o pensar en ellas. Cuando vamos en el coche y pasamos junto a alguien con el motor averiado, quien no ha mirado para otro lado? Quien no se le ha ocurrido llamar en ese momento por teléfono a alguien? Quien no ha cambiado de emisora? Quien no ha pensado que ya no le daba tiempo a frenar? Quien no ha dicho que seguro que ya están de camino las asistencias? Quien no ha visto las barbaridades que aparecen en el telediario y ha pensado que por si acaso…?

En estos pensamientos veníamos enfrascados, cuando finalmente llegamos a la altura de su coche. Y fue justo al final, casi saliendo del coche, tras deshacerse en agradecimientos, cuando me hizo una pregunta. Supongo que motivado por mi carácter, por haberle parado y ayudado, por buscar un tema de conversación, o quien sabe porque, el caso es que intento discernir a que me podría dedicar yo. un viernes a la 1, en un coche, de traje, sin maletas, solo, y sin prisas….. la verdad es que pudo pensar cualquier cosa, el caso es decanto y me pregunto : “y usted que es, viajante?” ni que deciros la cara de felicidad y asombro que surgió desde dentro. Tras explicar que no, con su mejor sonrisa y de corazón me deseo que tuviera mucha suerte en la vida, a lo cual se lo agradecí y desee que su apreciado mercedes solo tuviera un “pequeño resfriado sin importancia”

Una pensamiento para todos, que es para ti “un viajante”? pensad en 50 años atrás, los coches casi no existían, el transporte era algo completamente distinto a lo que tenemos hoy, y había gente que se dedicaba a viajar ofreciendo… QUE? Para todos aquellos que no hemos cumplido los 40, y apenas los 30, viajante se nos antoja entre actual, y pasado. Una misma palabra con dos conceptos distintos separados únicamente por “el tiempo”.

Hasta la próxima Viajantes de la red.

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