Tranquilité y fraternité

Ha llegado, si es hoy, aunque no creíamos que fuera verdad, aunque nos resignáramos, aunque pensáramos que era una broma, aunque huyéramos en nuestros sueños, RING… RING.. el despertador ha sonado …y se han acabado las vacaciones…..

 

O lo que es lo mismo la vuelta al trabajo, a la rutina, al día a día, a los atascos, a los compis, al jefe, a la oficina, al coche, al calor, a los emails, a mi querido ordenador, a mi amado teléfono, a mi silla giratoria y a todo lo que pensé que nunca mas volvería a ver ese día, ya tan lejano, de inicio de vacaciones….

 

El caso es que a duras penas, Elenia se levanto, y a duras penas se metió en la ducha, tras casi una hora de preparativos, desayunos, arreglos y perezas, estaba en su trabajo…. La vuelta a la realidad era un hecho.

 

Y es que este día lo tenían que dar de vacaciones. No es justo, ni saludable. Todo el mundo se queja de que el primer día de vacaciones es muy duro y hay multitud de depresiones en este día, multitud de desilusiones, de amarguras, de lloros, de tristeza. La solución esta clara. El año que viene lo cogemos de vacaciones.

 

El caso, es que ricos o pobres, altos o bajos, jefes y curritos, todos pasamos por este día tan, tan, tan “especial”. Y por mas que pensamos que no va a llegar, siempre llega. El caso, es que por culpa de este día, la ultima semana de vacaciones estamos sin vivir, vivismo sin estar. Los mas afortunados lo llevan en secreto, lo mas extrovertidos lo proclaman a los cuatro vientos, pero siempre es un día que le precede una gran dosis de pensamientos.

 

Y es que seamos como seamos y quien seamos debemos relajarnos y mucho. Es altamente recomendable que como en una etapa de fondo, empecemos por calentar los músculos suavemente, muy suavemente, y a la primera molestia que veamos o intuyamos, hagamos un descanso, para ello, es reconfortante, el calor humano provocado por un café, o por las conversaciones animadas de los compañeros, pero recuerde, en este primer día, Nunca fuerce los músculos, puede ser Gravísimo.  Es mas, en caso de que vea que el dolor muscular no desaparece, desaparezca usted de la oficina, las consecuencias de una exposición prolongada pueden ser fatales.

 

Si hiciéramos caso a los padres, madres, amigos o no tan amigos, al día siguiente de incorporarnos de las vacaciones, cogeríamos las maletas, los niños y la mujer y nos iríamos a vivir a ese lugar paradisíaco del que hemos estado disfrutando todo el verano y en el que con unas bermudas y un sombrero para el sol uno puede sobrevivir el resto de su vida. Solo os falta ese “empujoncito”.

 

Estimado amigo, llegado este momento solo tienes dos opciones, o cierras tu pc y despareces para siempre en tu paraíso, tras lo cual te añoraré en un futuro en este blog, aunque me alegraré por siempre, o continuas en tu maravilloso día de reencuentro tras tus vacaciones.

 

Feliz vuelta a todos.