Permíteme que te haga un pregunta un tanto personal, eres envidioso? Piensa bien la respuesta. .. Ya? Seguro… contéstate en voz alta. …………seguro?
Casi me atrevo a ser vidente e intentar adivinar tu contestación. Casi todos diríamos que no somos envidiosos, que somos felices con nuestra vida y que por supuesto que nos gustaría ser jugador de fútbol y ganar miles de millones pero estamos felices con nuestra vida.
Pero seguro? Intenta imaginarte la siguiente situación:
Un día, vas a un centro comercial y camino del parking en el ascensor, y de casualidad, crees reconocer a un compañero de la universidad, aquel que era un desastre y os gustaba la misma chica. Empezáis a hablar y a poneros al día, en menos de ese minuto, que vais a estar juntos, antes de que cada uno coja su coche.
Tú le haces un breve resumen de tu vida, de tu esposa, de tu novia, de tu trabajo, de tu vida, y el te empieza a contar la empresa que le ficho a través de un caza-talentos, el puesto de director comercial que tiene, su oficina en Londres y Paris, el ático que tiene en el centro histórico, la novia suya que es modelo de pasarela y el Porsche Cayanne que esta abriendo en ese momento mientras os despedís. Y todo esto, te lo cuenta ese que era un desastre, el que era un inútil, el que no se lo merece, el que ….
Intentad poneros en esa situación, Que creéis que sentiríais?
No ha mucho tiempo leí la siguiente frase: “la envidia no es lo que no tenemos, es lo que nuestros amigos o conocidos tienen y yo no he podido conseguir”
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